El primer álbum solista de John Lennon concentró la atención del público no precisamente por su música sino por su portada, esta mostraba una fotografía de John y Yoko desnudos, mientras que la contraportada tenía otra fotografía similar de ellos desnudos pero de espaldas a la cámara. Incluso para los estándares de hoy en día, casi 50 años después, aún causa controversia y no necesariamente se exhibiría en las vitrinas. En su época algunas compañías se oponían a imprimirlas, varias tiendas de discos se negaron a vender el álbum e incluso algunos editores no aceptaban algún anuncio.